Desde que Richard Páez asumió la dirección técnica, en junio de 2010, Millonarios nunca había podido ganar en el estadio de Techo por la Liga. Es más, sus enfrentamientos con La Equidad habían supuesto duras derrotas, pues significaron el fin de sus aspiraciones.
Hace un año, en noviembre de 2010, La Equidad lo eliminó de clasificar a los cuadrangulares. Y el más reciente recuerdo era el de la noche del pasado 8 de junio, cuando en plenas semifinales, los dirigidos por Alexis García impedían que Millonarios volviera a aparecerse en una final del fútbol colombiano.
Pero desde entonces, las cosas han cambiado. Equidad es el colero del campeonato y Millonarios no sólo consiguió ganar un título, la Copa Colombia, sino que mantiene una racha de triunfos que lo tienen metido entre los ocho clasificados.
Sin embargo, el fantasma de Techo seguía rondando. Y este miércoles, cuando los azules necesitaban una victoria para afianzar sus aspiraciones, aquellos recuerdos permanecían en el subconsciente.
Más aún cuando la Equidad, que afrontó el partido con reservas al dejarle la iniciativa a los dirigidos por Páez, conseguía la ventaja en el marcador.
Al minuto 25, en la segunda aparición de los aseguradores por el área de Nelson Ramos, el ex Independiente Santa Fe, Jairo Suárez recibía un servicio en solitario y con precisión de cirujano apenas empalmó la pelota con su pie derecho para vencer la portería albiazul.
El 1 – 0 fue un baldado de agua fría para los cerca de 1.500 aficionados, casi todos visitantes, que llegaron al estadio a pesar de la lluvia.
Pero Millonarios, que desde el primer minuto había apostado por el juego ofensivo, con buen toque del balón, necesitó de ese golpe para encontrar la profundidad que hasta ese momento le hacía falta.
Solo hasta ese momento apareció Máyer Candelo como director de orquesta. Pero a su lado emergió la figura de Rafael Robayo que no sólo decidió hacerse protagonista, sino echarse el equipo al hombro.
Primero, se metió al área rival para fabricar un penalti que el juez no sancionó. Y luego, cuando el primer tiempo estaba por concluir, recibió de espaldas un servicio de banda, y en un espacio imposible ganó la línea final y eludió de forma admirable a uno de los zagueros que lo presionaba. Sin ángulo, amagó con disparar al arco. Era solo un amague, porque se la sirvió a Edinson Toloza que con un sutil tiro de rosca la acomodó al ángulo derecho de la portería defendida por Carlos Bejarano. 1 – 1.
De nuevo, Robayo
El segundo tiempo fue todo para Millonarios. Aunque con una paciencia que inquietaba a sus seguidores que animaban por una victoria.
Pero de nuevo tuvo que ser Robayo el que, en solitario, se inventó la mejor jugada del partido, que se desarrolló en una difícil cancha mojada. No dio por perdido un balón que estaba en los pies de un defensor de La Equidad. El capitán azul se tiró en plancha y la recuperó, también al filo de la línea de meta. Se levantó, alzo la cabeza, amagó con tirar el pase la muerte, pero prefirió sorprender al portero y embocar la pelota casi por donde no había espacio. 1 – 2.
Equidad se dedicó a lanzar patadas para interrumpir el toque de Millonarios que ya se sentía ganador. El marcador pudo ser más amplio.
El uruguayo José Luis Tancredi por poco culmina en gol una jugada espectacular. Tras casi medio minuto de toques de primera, en el que participaron al menos seis jugadores, el balón se estrelló en el vertical.
Erick Moreno tuvo en sus pies la oportunidad de ampliar la ventaja. La primera, tras un pase magistral del Candelo. La segunda, tras eludir al portero y definir con el arco vacío, pero el baló pasó acariciando el vertical.
Equidad (puesto 18, 14 puntos) terminó confundido y con un hombre de menos por la expulsión de Dhawlim Leudo, que vio con justicia la roja tras una alevosa patada contra Tancredi. Ya no era ese equipo que había eliminado en las dos recientes ediciones de la Liga a Millonarios ( puesto 3, 24 puntos), que en la lluviosa noche del 16 de noviembre, y con Rafael Robayo como gran protagonista, había espantado los fantasmas de Techo.
COLPRENSA
Hace un año, en noviembre de 2010, La Equidad lo eliminó de clasificar a los cuadrangulares. Y el más reciente recuerdo era el de la noche del pasado 8 de junio, cuando en plenas semifinales, los dirigidos por Alexis García impedían que Millonarios volviera a aparecerse en una final del fútbol colombiano.
Pero desde entonces, las cosas han cambiado. Equidad es el colero del campeonato y Millonarios no sólo consiguió ganar un título, la Copa Colombia, sino que mantiene una racha de triunfos que lo tienen metido entre los ocho clasificados.
Sin embargo, el fantasma de Techo seguía rondando. Y este miércoles, cuando los azules necesitaban una victoria para afianzar sus aspiraciones, aquellos recuerdos permanecían en el subconsciente.
Más aún cuando la Equidad, que afrontó el partido con reservas al dejarle la iniciativa a los dirigidos por Páez, conseguía la ventaja en el marcador.
Al minuto 25, en la segunda aparición de los aseguradores por el área de Nelson Ramos, el ex Independiente Santa Fe, Jairo Suárez recibía un servicio en solitario y con precisión de cirujano apenas empalmó la pelota con su pie derecho para vencer la portería albiazul.
El 1 – 0 fue un baldado de agua fría para los cerca de 1.500 aficionados, casi todos visitantes, que llegaron al estadio a pesar de la lluvia.
Pero Millonarios, que desde el primer minuto había apostado por el juego ofensivo, con buen toque del balón, necesitó de ese golpe para encontrar la profundidad que hasta ese momento le hacía falta.
Solo hasta ese momento apareció Máyer Candelo como director de orquesta. Pero a su lado emergió la figura de Rafael Robayo que no sólo decidió hacerse protagonista, sino echarse el equipo al hombro.
Primero, se metió al área rival para fabricar un penalti que el juez no sancionó. Y luego, cuando el primer tiempo estaba por concluir, recibió de espaldas un servicio de banda, y en un espacio imposible ganó la línea final y eludió de forma admirable a uno de los zagueros que lo presionaba. Sin ángulo, amagó con disparar al arco. Era solo un amague, porque se la sirvió a Edinson Toloza que con un sutil tiro de rosca la acomodó al ángulo derecho de la portería defendida por Carlos Bejarano. 1 – 1.
De nuevo, Robayo
El segundo tiempo fue todo para Millonarios. Aunque con una paciencia que inquietaba a sus seguidores que animaban por una victoria.
Pero de nuevo tuvo que ser Robayo el que, en solitario, se inventó la mejor jugada del partido, que se desarrolló en una difícil cancha mojada. No dio por perdido un balón que estaba en los pies de un defensor de La Equidad. El capitán azul se tiró en plancha y la recuperó, también al filo de la línea de meta. Se levantó, alzo la cabeza, amagó con tirar el pase la muerte, pero prefirió sorprender al portero y embocar la pelota casi por donde no había espacio. 1 – 2.
Equidad se dedicó a lanzar patadas para interrumpir el toque de Millonarios que ya se sentía ganador. El marcador pudo ser más amplio.
El uruguayo José Luis Tancredi por poco culmina en gol una jugada espectacular. Tras casi medio minuto de toques de primera, en el que participaron al menos seis jugadores, el balón se estrelló en el vertical.
Erick Moreno tuvo en sus pies la oportunidad de ampliar la ventaja. La primera, tras un pase magistral del Candelo. La segunda, tras eludir al portero y definir con el arco vacío, pero el baló pasó acariciando el vertical.
Equidad (puesto 18, 14 puntos) terminó confundido y con un hombre de menos por la expulsión de Dhawlim Leudo, que vio con justicia la roja tras una alevosa patada contra Tancredi. Ya no era ese equipo que había eliminado en las dos recientes ediciones de la Liga a Millonarios ( puesto 3, 24 puntos), que en la lluviosa noche del 16 de noviembre, y con Rafael Robayo como gran protagonista, había espantado los fantasmas de Techo.
COLPRENSA
Este articulo tiene 0 comentarios
Noticias Millos el sitio número 1 en noticias, vídeos, fotos, transmisiones EN VIVO, opiniones y muchas cosas más de Millonarios Fútbol Club.