Toda la expectativa que pusieron las cerca de 60 mil personas que llenaron el Monumental fue devuelta, con creces, por la Selección, que con un gran Messi como director de orquesta comandó la brillante goleada 4-0 sobre Ecuador. La victoria, con goles de Sergio Agüero, Gonzalo Higuaín, la propia Pulga y Angel Di María, deja a los dirigidos por Alejandro Sabella como únicos punteros de las Eliminatorias clasificatorias al Mundial de Brasil 2014.
Fue 4-0, en la mejor actuación del equipo en los últimos tiempos y Messi muy inspirado. Liquidó el resultado en el primer tiempo y después manejó la ventaja. Con el triunfo, está en el primer puesto de las Eliminatorias.
Ni un minuto demoró en llegar la primera ovación de la noche para Lionel Messi una vez comenzado el esperado partido contra Ecuador en el Monumental. En mitad de cancha, el rosarino se sacó de encima a Noboa y descargó hacia atrás, lo que generó los primeros aplausos de las aproximadamente 60 mil personas en el estadio. La expectativa en el ambiente era mucha y la primera muestra no demoró en llegar.
Con prolija circulación de la pelota desde el fondo y en el medio campo, Argentina buscaba llevarle la pelota a Messi, Pipita Higuaín y el Kun Agüero, las máximas esperanzas de gol y desequilibrio. Ecuador, que le daba la iniciativa al local, no quería meterse dentro de su área yachicaba los espacios hacia delante.
En los primeros 10 minutos, la posesión de pelota que ejerció la Selección fue prácticamente monopólica. Las interrupciones de esa continuidad con el juego en poder albiceleste se daban entre los despejes de los jugadores dirigidos por el colombiano Reinaldo Rueda y el tiempo en que la pelota le llegaba a Mascherano o a los defensores centrales, Ezequiel Garay y Federico Fernández.
La primera polémica de la tarde noche se vivió cuando en el área ecuatoriana Di María saltó a pelear una pelota. Con él, chocó el zaguero Erazo. Los argentinos pidieron penal, pero el árbitro peruano, Víctor Rivera, hizo caso omiso.
A los 11, un pase vertical de Gago encontró al Kun en el borde del área. El del Manchester City, de primera y de sobrepique, la dejó atrás para la Pulga, que de primera soltó el zurdazo que pudo retener el arquero Domínguez. La conexión Agüero-Messi que tan bien funcionó en la victoria amistosa 3-1 en Berna contra Suiza, parecía empezar a engranar en el Monumental.
La primera alarma en la defensa argentina sonó cuando Suárez emprendió una corrida por el sector izquierdo del ataque ecuatoriano, luego de una patinada de Zabaleta. Dentro del área, el intento visitante no llegó a prosperar. Pero sí hizo que el cuerpo técnico argentino tome nota de la situación.
A los 20, Agüero pudo festejar su cumpleaños como más deseaba, dándole el 1-0 a la Selección. A puro lujo, por el eje de la cancha, Di María armó una pared con Messi, y cuando recibió la devolución del del Barcelona, el del Real Madrid, de primera, la picó para que el del Manchester City quede cara a cara con el arquero y pueda cruzarla al gol. Un golazo. Cuando salía la asistencia de Di María, Agüero estaba ligeramente adelantado.
Apenas después, Higuaín tuvo el segundo. Habilitado por Di María por encima de la defensa visitante, el derechazo de primera del Pipita se perdió, defectuoso, en el saque de arco.
El delantero del Real Madrid tuvo revancha y no falló. Recuperó la pelota Garay en el área argentina. Salió Gago de abajo y por el medio, una vez más, se la dio a Messi. La Pulga corrió y se bancó la embestida de dos ecuatorianos. Luego asistió al Pipita, que entró al área y con justeza cruzó su remate para poner el 2-0.
Cuando Argentina contraatacaba era letal. Y con esa fórmula llegó al 3-0. Otra vez condujo Messi. En carrera, superó los tres cuartos de cancha y la abrió hacia la derecha para Higuaín. De primera, el ex River le devolvió la pared a la Pulga, que al ingresar al área, también sin parar la pelota, abrió su pie izquierdo para colocarla arriba a la derecha del arquero Domínguez, testigo exclusivo del vendaval celeste y blanco.
En los primeros instantes de la segunda etapa, la presión de la Selección persistía. Por este motivo, la salida del fondo de Ecuador era desprolija, carente de pases cortos y con repetidos pelotazos.
A los 5 minutos, una nueva contra fue ejecutada con maestría por los dirigidos por Sabella. Si bien la jugada terminó en tarjeta amarilla para el Kun por simular una falta dentro del área, el contraataque fue una obra de arte. Una vez más condujo Messi, que filtró un pase hacia la media luna para Higuaín, que de primera se la dejó atrás a La Pulga. El rosarino, con su zurda exquisita, dejó mano a mano a Agüero, que cuando le tiraba la gambeta larga al arquero Domínguez simuló la caída que le valió la amonestación que lo deja afuera del próximo choquepor Eliminatorias frente a Paraguay.
Ecuador, otra vez en cuentagotas, llegó al área argentina por el lado de Zabaleta. Desbordó el ingresado Jefferson Montero, que escapó a la marca del campeón de la Premier League con el City, pero su zurdazo al primer palo fue tapado por Sergio Romero. Por ese lado se daban cuenta los dirigidos por Rueda de que tenían alguna facilidad. Por eso, tal vez, Sabella decidió mandar a la cancha a José Sosa –por Agüero-. Esto implicó que Di María se corra a jugar como volante derecho y el ex Estudiantes entre a jugar, por izquierda, también en la media cancha.
A los 22, cuando la Selección regulaba el trámite del juego, Messi frotó la lámpara y casi marca el cuarto. Esquivando hombres como si fueran conos, de derecha a izquierda, la Pulga se metió en el área y soltó un zurdazo que el 1 ecuatoriano pudo manotear al tiro de esquina. De ese córner sobrevino un cabezazo de Federico Fernández, que Domínguez, con alguna facilidad, pudo retener.
Sobre los 28, una nueva ovación se escuchó. Es que dejó la cancha Pipita Higuaín, entre aplausos. Su lugar lo tomó el Pocho Ezequiel Lavezzi. Justo después, Romero tuvo que exigirse para tapar un cabezazo.
Faltaba el gol de Di María para completar el póker de estrellas. Y se completó nomás a los 30, con un hermoso zurdazo del ex Rosario Central, que entró abajo pegado al palo izquierdo del arco ecuatoriano. Una internada de Messi en el área derivó en un rebote que capturó Sosa, sobre la raya final. Hacia atrás, el del Metallist ucraniano ubicó con un pase al extremo de Real Madrid, que arqueó su cuerpo con excelsa plasticidad y puso la chapa 4-0.
Cuando quedaban 8, el ovacionado fue Di María, reemplazado por Sabella por Maxi Rodríguez, el volante del Newcastle inglés.
Otra vez Messi protagonizó una jugada de gol. Su tiro libre, por encima de la barrera, hizo lucir al arquero Domínguez, que voló y pudo manotear la pelota al córner. Además de para los aplausos, quedó tiempo para que Mascherano vea la tarjeta amarilla que lo deja afuera del partido contra Paraguay, por la séptima fecha del certamen clasificatorio a Brasil 2014.
Con el pitazo final de Rivera, la ovación que le profirió el Monumental al equipo fue atronadora. Fue una retribución al espectáculo que por momentos supo brindar el equipo, con las electrizantes corridas de Messi, las oportunas apariciones del Kun e Higuaín y las finas asistencias de Di María. Este póker de estrellas invita a soñar con grandes cosas. Aunque, no hay que perder de vista, que por momentos la Selección sufrió en defensa, sobre todo por los laterales, donde Zabaleta –en mayor medida- y Clemente Rodríguez no estuvieron sólidos.
La próxima cita de la Selección, que en la sexta fecha de las Eliminatorias quedará libre, será el próximo sábado 9 de junio, ante Brasil, en un amistoso en Nueva Jersey, Estados Unidos por el Súperclásico de las Américas.
EFE
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